Disputa diplomática por la soberanía sobre el archipiélago de Los Monjes, integrado por tres grupos de rocas o islotes deshabitados y sin vegetación propia, situados en el mar Caribe a escasas 19 millas de la península de La Guajira. En su conjunto el archipiélago se ve blanco, por la sal que deja el oleaje del mar y el fosfato del guano proveniente de las aves marinas. Por su ubicación geográfica recibe el impacto permanente de los vientos alisios. En 1934, el gobierno de Alfonso López Pumarejo publicó el libro Límites de Colombia, en el cual se dice: “pertenecen también a
Colombia las islas y cayos llamados Los Monjes y todas las demás islas, islotes, cayos, morros y bancos llamados Los Monjes y todas las demás islas, islotes, cayos, morros y bancos que se hallan próximos a las costas”. El libro fue reeditado en 1944, en la segunda administración López, con el mismo título y el mismo texto transcrito, incluyendo a Los Monjes como parte del territorio colombiano. Frente a ninguna de estas dos publicaciones hubo protesta de Venezuela, pero sí la hubo cuando se ilustró en un croquis la localización exacta del archipiélago en un artículo del director de Territorios Nacionales, Hernando Holguín Peláez, en 1951. El gobierno de Urdaneta presentó en respuesta la nota GM 542 en la que manifestó que “no objeta la soberanía de los Estados Unidos de Venezuela sobre el archipiélago de Los Monjes y que, en consecuencia, no se opone ni tiene reclamación alguna que formular respecto al ejercicio de la misma […]”. Esta nota, sumada a la no objeción de Colombia a la firma de un contrato entre Venezuela y una
firma estadounidense para realizar estudios sobre la existencia de minerales en Los Monjes, son los principales argumentos que desde entonces ha esgrimido Venezuela en desconocimiento de las razones históricas en que se sustenta la soberanía colombiana: en 1547 la provincia de Riohacha fue reconocida como parte de la Real Audiencia de Santo Domingo. En 1742 se formó la capitanía Peral de Venezuela, de la que no hicieron parte la península de La Guajira ni el archipiélago. En 1810 la provincia de Riohacha hacía parte del territorio del Nuevo Reino de Granada. El laudo arbitral de 1891 de la reina María Cristina de España, aceptado por las dos naciones, estableció que los límites de los dos países serían los existentes en 1810. Actualmente la disputa se encuentra sin solución, por lo cual no ha sido posible delimitar las áreas marinas y submarinas entre los dos países, lo que se ha tornado más complejo por algunos estudios que han demostrado la existencia de yacimientos de petróleo y uranio que representarían una importante fuente de divisas para el país que los explote. Ver Venezuela.