Escultura del nortesantandereano Eduardo Ramírez Villamizar en 1973. Fue construida por la firma Lippincott de Nueva Haven (EE.UU.), junto con otra denominada Hexágono. Se trata, según el propio artista, “de una construcción modular con un crecimiento interior que podría relacionarse con el crecimiento de un caracol”. Esta escultura, comenta el crítico de arte Germán Rubiano, anticipa, hasta cierto punto, sus construcciones (1975-76) para la exposición “El arte colombiano a través de los siglos”, llevada a París en 1976, y para su participación en representación exclusiva de Colombia en la XXXVII Bienal de Venecia del mismo año. La escultura, considerada una de sus obras maestras, fue obsequiada por Colombia al Kennedy Center de Nueva York, donde se encuentra instalada frente al río Potomac. Figura además en el libro Twentieth-Century Art of Latin America, de Jackeline Bartintz de la Univ. de Texas. Ver Ramírez Villamizar, Eduardo.