(Santo Domingo, Antioquia, 1858-Medellín, 1940) Escritor. Hijo de Raúl Carrasquilla y Ecilda Naranjo. Figura de la literatura colombiana. Es reconocido como el principal representante del costumbrismo y el mejor novelista regional de América. Bachiller del Liceo de la Univ. de Antioquia. Miembro de El Casino Literario (círculo intelectual presidido por Carlos E. Restrepo). Corresponsal del diario El Espectador; funcionario del Ministerio de Obras Públicas. Durante su residencia en Bogotá, fue hospedado por la familia de Jorge Isaacs. A los setenta años comenzó a quedarse ciego y paralítico. Seis años después una operación le devolvió la vista, pero por contraer gangrena se le amputaron las piernas. Premio nacional de literatura José María Vergara y Vergara de la Academia Colombiana de la Lengua (1936). Miembro de la Academia Colombiana de la Lengua. Condecorado con la Cruz de Boyacá. “Fue Tomás Carrasquilla –comenta la escritora Helena Iriarte– quien superó las formas planas, exteriores y un tanto insustanciales de los costumbristas y dio el viraje hacia un realismo rico, auténtico, que por fin iba a enfrentar y a reflejar la realidad conocida por su autor. Con Carrasquilla aparece en Colombia el escritor de oficio, no ocasional, que dedica su vida íntegramente a la literatura; con él surgen, como elementos fundamentales de la narrativa, la crítica social y lo esencial humano visto a través de personajes que, además de poseer sus propias características individuales, pertenecen a un momento específico, a una clase social determinada, cuyos vicios y virtudes reflejan, sin que por ello se conviertan en tipificaciones vacías”. Obras. Novela: La marquesa de Yolombó (la más conocida de sus obras, 1928); Frutos de mi tierra (1896, originalmente titulada Jamones y Solomos); Grandeza; Por aguas y pedrejones; Por cumbres y cañadas; Del monte a la ciudad; Ligia Cruz; El Zarco; Dimitas Arias (1897); Salve Regina (1903); Entrañas de niño; El padre Casafús (1898); En la diestra de Dios padre (1897). Cuento: Rogelio; Blanca; Ésta sí es bola; El ánima sola; Luterito; Elogio de la vida sabia; La horca; El superhombre; San antoñito; Tranquilidad filosófica; Candelaria; Mirra; Regodeos seniles; Historia etimológica; Fulgor de un instante; Maizópolis; El prefacio de Francisco Vera; Los cirineos; El gran premio; Palonegro; La perla; El hijo de la dicha; El rifle; Simón el mago; El chino de Belén; Relatos costumbristas; Alma; A la plata; El ángel; Campesinos; Copas; Curas de almas; Elegantes; Estrenos; Estudiantes; La mata; Mineros; Titanes; Vagabundos; 25 reales de gusto; Vestes y moños. Otras: Dominicales; De tejas arriba; Cartas sobre crítica y literatura; Divagaciones; Del teatro; Crítica literaria; Medellín; Miscelánea; Tonterías; La sencillez; Álbum; Homilías; Herejías; Por el poeta; Memorias de Eloy Gamboa. Ver La Marquesa de Yolombó.