Carnaval del diablo

Propio de Riosucio (Caldas), nace en 1847 con la fundación del municipio, que pone fin a los conflictos limítrofes entre los pueblos Quiebralomo y la Montaña. Como todos los carnavales, se desarrolla en los primeros días del mes de enero. Es un evento bianual, que se celebra en los años impares, como una fiesta insólita sin parangón en el mundo. Tuvo su origen en la fiesta de los reyes Magos que los quiebralomeños tenían como gran tradición desde el siglo XVI y en la cual estaban mezcladas formas culturales de origen español y africano. A dicha fiesta, el indígena de la montaña aporta elementos fundamentales de sus dos cultos ancestrales, el culto a la tierra simbolizado en el guarapo y su recipiente el calabazo, y el culto al sol, evocado en los faroles y en los rasgos felinos propios del jaguar, animal sagrado que simboliza al astro rey, rasgos perpetuados en la efigies del diablo del carnaval. Se desarrolla en cinco partes: los decretos, piezas de oratoria burlona que comienzan a dictarse con varios meses de anticipación el año que precede a la fiesta; el convite o convocatoria dramatizada que realiza la junta del carnaval pocos días antes; la entrada del diablo, entronización del símbolo central el sábado del festejo en la noche; las cuadrillas o comparsas cantadas que despliegan un mensaje de profundo sentido para la gente el día domingo, lo que constituye el acto más bello del carnaval y el testamento, el miércoles en la noche, despedida del jolgorio con la farsa ceremonial del entierro del calabazo, mediante el cual el pueblo renuncia al poder demoníaco de la bebida y acepta el fin del reinado del diablo. Durante el carnaval se producen dos clases de manifestaciones colectivas. Las de conjuro, de antiquísimo origen por las horas tradicionales en que tienen lugar. Son verdaderos conjuros contra la tristeza y los sentimientos negativos: el alegre despertar del carnaval, a medianoche; las alboradas, al amanecer; las entradas de las colonias, al mediodía y, al atardecer, el desfile de faroles, verbenas, corridas o toreo colectivo y las cabalgatas. Hay también una programación adicional llamativa con eventos folclóricos, exposiciones y espectáculos. Ver Riosucio<sup>1</sup>.