Leyenda de la costa Pacífica que narra el viaje de un buque fantasma que aparece en semana santa, a gran velocidad, y en el cual se celebran fiestas y bailes siniestros y se escuchan gemidos y cadenas de seres que lloran y maldicen. Quien lo ve enloquece, queda ciego o muere lanzando espantosos gritos. Se cree que es la proyección de un buque de esclavos de la Colonia o de un buque que cargaba caucho y cacao y que se hundió en el Pacífico con toda su tripulación.